Avances Documental "Saman Nos Contamina"

Red Latinoamericana contra los Monocultivos de Arboles

EDUARDO GALEANO Adelantado Ambiental

"Se trata de monocultivos de exportación, en la más pura tradición colonial: inmensas plantaciones artificiales que dicen ser bosques y se convierten en celulosa en un proceso industrial que arroja desechos químicos a los ríos y hace irrespirable el aire."

SOBERANIA ALIMENTARIA

El Impacto de la Forestación - Redes Amigos de la Tierra

PORQUE NO COMEMOS EUCALIPTUS!! -


Untitled from Victor Burgos on Vimeo. STORA ENSO empresa de 50% de capital noruego y 50% de la empresa sueco finlandesa Stora Enso, que plantó eucalipto en el municipio de Napoli, al sur de Bahía, 96 mil hectáreas en un área de reserva ambiental. El ministerio público de Napoli condenó a la empresa a pagar 20 millones de reales, por el desmonto de la mata atlántica, y obligada a replantear la forestación que destruyó para producir eucalipto. “Estas situaciones se dan mucho con los gobiernos locales que flexibilizan las leyes para atraer inversionesdenunció. Lourdes Vicente ASI MISMO SIGUEN AVANZANDO SOBRE EL NORTE URUGUAYO Y ANUNCIAN MAS COMPRA DE TIERRA Y UNA PLANTA EN PASO DE LOS TOROS. HASTA QUE PUNTO NUESTRO PAISITO SOPORTARA ESTA COLONIZACIÓN!!!!!

MONTAÑAS DE PAPEL, MONTAÑA DE INJUSTICIA

jueves, 27 de noviembre de 2008

A más forestación, menos agua.

A más forestación, menos agua.
por César Ortiz Calcagno
Grupo EcoTacuarembó

Como lo anunciara El Avisador en su Edición del 8 del corriente, pág. 3, luego de una entrevista con el Sr. Jorge W. Carozo Barcelona, nos comprometimos a producir un informe sobre cuestionamientos surgidos en los últimos 18 años al modelo forestal implantado en Uruguay a través de la Ley 15939 de 1987. Esto, a raíz de que los dos efectuáramos preguntas durante la presentación de la empresa Stora Enso, días atrás en el Hotel Carlos Gardel.

El tema es muy amplio, abarca importantes capítulos y sub-capítulos que resulta imposible tratarlos de una sola vez.

Nos concentraremos hoy en lo que nos parece CENTRAL, BASICO Y ESTRATÉGICO: RECURSOS HÍDRICOS, “AGUA”.

Nuestro país forma parte de los pastizales del Río de la Plata que constituyen una de las áreas más extendidas de pastizales naturales en el mundo, abarcando 70 millones de Hás entre el este de Argentina, Uruguay y Río Grande del Sur (Soriano, 1991).-

En Uruguay el área abarca 13,5 millones de Hás. que constituyen la base fundamental de n/producción agrícola ganadera con valor de mercado, tales como carne, leche, lana, cueros, arroz, cultivos de granos en general, hortalizas, productos orgánicos, etc.

Por un lado este ecosistema de pasturas produce bienes materiales como los ya nombrados y por otro servicios ambientales muy conocidos, tales como mantener la composición atmosférica secuestrando carbono en forma de materia orgánica, disminuyendo la erosión del suelo, proveyendo hábitats a numerosas especies de animales y REGULANDO EL CICLO HIDROLÓGICO entre otras cosas. Estos servicios ambientales son considerados BIENES PÚBLICOS.

En determinados lugares de nuestro campo por ejemplo, el agua de lluvia penetra y recarga los acuíferos a través de las cuencas. La del acuífero Guaraní, en casi toda su extensión en Rivera y Tacuarembó está forestada y se sigue forestando. Pero antes alimenta arroyos y cauces superficiales, llamémosle, CORRENTÍA, luego llega a las pequeñas napas subterráneas a una profundidad de 3 a 10 mts., las que utilizan los molinos, los pozos que abastecen al ganado y a las casas. Estas napas tienen poca capacidad de almacenamiento y dependen fundamentalmente de las lluvias. Cuando se desarrollan plantaciones de eucaliptos en su área de influencia, donde están sus recargas “SUENAN INMEDIATAMENTE”.

Esto hace años que está ocurriendo en Soriano, parajes Cerro Alegre, Pense, Tres Bocas; Gorgoroso en Paysandú, en Rivera, Tacuarembó, Rocha, etc., donde avanza la forestación y los productores se quejan. El problema para ellos es local y en muchos casos no les queda otro remedio que recibir agua transportada en camiones por los municipios, caso Cerro Alegre y Pense. Si alguien lo quiere comprobar pregunten en esos municipios.

Trabajos científicos hoy, muestran que el rendimiento hídrico de las cuencas con pasturas como las nuestras, al forestarlas se reducen entre un 50 y un 70%.

La investigación de nuestra Facultad de Ingeniería sobre la macro cuenca del Río Tacuarembó, señaló que la correntía se reducía en un 50% y podría aumentar en épocas de sequía.

Sobre este tema hay evidencia mundial y hace más de 10 años que se sabía que esto iba a ocurrir.

En setiembre de 1997 (Foro sobre la actividad forestal desarrollado en el Club Democrático de Tacuarembó), se le preguntó al Ing. Elías Silva de la Universidad Federal de Viscosa, Minas Gerais (técnico contratado por la Dirección Forestal) ¿qué pasaba con el balance hídrico? Respondió: “Yo digo que evidentemente va disminuyendo, supongo que se refieren a una cuenca con eucaliptos? Los números en todo el mundo, no solamente en Brasil, en todo el mundo el BALANCE HÍDRICO EVIDENTEMENTE VA A DISMINUÍR”.

PRIMER RESULTADO DE LA FORESTACIÓN: Está perjudicando a toda la producción de bienes agrícola ganaderos del URUGUAY.

Pero ATENCIÓN, el mayor aporte de agua al Río Negro proviene de la cuenca del Río Tacuarembó, y por lo tanto es fundamental para el funcionamiento de las tres represas que producen 660 MW que constituyen nuestro activo energético más económico y más confiable, en un momento en que el país se desespera por consolidar una matriz energética que ponga a resguardo el consumo necesario para sus actividades públicas y comerciales.

Al año 2000 esa cuenca tenía forestada el 25 %, ahora esta en el 35% y rápidamente va a ir al 50% o más si se le agregan las plantaciones proyectadas por Stora Enso y las miles de hás mas que están adquiriendo en Tacuarembó, y Rivera, entre otros, el Fondo de Pensión de los Bomberos de Nueva York, también con destino a forestación.

CREO QUE NO SE NECESITA EXPLICAR MAS PARA DARSE CUENTA QUE ESTE ES OTRO IMPERDONABLE PECADO CAPITAL DE LA FORESTACIÓN y preguntamos: ¿qué medidas se han implementado? Comprar velas o alumbrarnos con fogatas?

Como dicen que no hay dos sin tres vamos al otro ejemplo no menos importante: LA CUENCA DEL RIO SANTA LUCIA QUE ABSTECE QUE AGUA POTABLE al 70% de la población del país.

Desde hace años se está forestando toda su cuenca alta desde las nacientes porque son suelos de aptitud forestal según la reglamentación de la Ley 15939 de 1987.

En épocas de sequía las partes altas de las cuencas y sus nacientes producen una serie de vertientes que son las que aseguran que el río fluya todo el año, sobre todo en verano, asegurando el consumo de agua potable a ese 70% de la población. Debería ser un río sagrado decía el Ing. Carlos Pérez Arrarte, investigador del CIEDUR.

Esto también se irá agudizando porque se continúa forestando.

Hay mucho más para hablar sobre el agua, sobre su contaminación por herbicidas y hormiguicidas pero hoy lo dejamos por aquí. Tener claro que plantas de celulosa equivalen a más forestación, o sea, menos agua, menos suelos, menos empleo, más contaminación y menos producción agrícola – ganadera.

Terminamos con una apreciación de Eduardo Galeano en un artículo titulado “Salvavidas del plomo” publicado el 18/08/06 en Brecha pag. 44.

“Trágica paradoja: este es el único lugar del mundo donde se sometió a plebiscito la propiedad del agua. Por abrumadora mayoría, los uruguayos decidimos en el año 2004 que el agua sería de propiedad pública. ¿No habrá manera de evitar este secuestro de la voluntad popular?


Artículo publicado en "El Avisador" - http://www.avisador.net/ - 15 de setiembre de 2006.

Brasil está sufriendo una segunda colonización a través del agronegocio - Uruguay lo esta sufriendo tambien.

Lourdes Vicente: Brasil está sufriendo una segunda colonización a través del agronegocio


Brasil está viviendo una segunda etapa de colonización, denunció la dirigente del Movimiento Sin Tierra (MST), Lourdes Vicente, sólo que esta vez, aclaró, se trata de empresas transnacionales que invierten en la agricultura y están modificando la matriz productiva del país introduciendo el monocultivo de la soja, la caña de azúcar y ahora del eucalipto.

Este año en MST cumple 25 años de lucha por la reforma agraria y en este último período debe enfrentar lo que Lourdes Vicente calificó como una gran ofensiva del capital financiero internacional en la agricultura brasileña.

Subrayó que se están abriendo nuevas fronteras agrícolas con la entrada del capital financiero que no sólo están desplazando a los campesinos de sus tierras, sino también atentando contra el medio ambiente al incorporar nuevas áreas del Amazonas a la producción.

Vicente no podía iniciar la entrevista sin mencionar el aniversario del MST. “Son 25 años de mucha resistencia para permanecer en el campo”, destacó. Explicó que en este nuevo aniversario los encuentra ante un nuevo desafío con la entrada de capital financiero internacional en la agricultura brasileña. “Se está reproduciendo lo que fue el período de la colonización de Brasil. Nosotros denominamos este período de nuevo colonialismo.

Este proceso se concreta a través del agro-negocio. Es una ofensiva muy grande y ocurre de diversas maneras: con la expulsión de los campesinos de la tierra, un cambio en la matriz productiva en la forma de monocultivo y sobre todo la explotación de nuestros recursos naturales”, señaló Lourdes Vicente. “En el Brasil actualmente hay tres grandes áreas de monocultivo, la soja, más recientemente el eucalipto que ya está presente en todas las regiones del país, y la más nueva, que ha sido impulsada por el gobierno de Lula, que es la producción de agrocombustibles, el etanol, a partir de la producción de caña de azúcar” indicó.

La dirigenta del MST advirtió que este cambio de la matriz productiva está generando nuevos problemas graves, socioeconómicos, ambientales, y culturales en el campo. La organización de los campesinos está promoviendo la discusión en toda la sociedad brasileña sobre estos cambios. “En los últimos tiempos el MST ha tenido que luchar para presentar a la sociedad la existencia en el campo de dos proyectos de agricultura: el proyecto del agronegocio y el proyecto de la agricultura campesina” subrayó.

Lourdes Vicente explicó que por un lado está el proyecto que implica la concentración de la tierra en pocas manos, y del otro lado el proyecto popular de la distribución de la tierra y la reforma agraria. “Del lado de la agricultura campesina, miles de campesinos que están luchando por permanecer en el campo, rechazando el modelo de una agricultura sin gente, sin trabajadores”. “Del lado del agronegocio, la explotación de la tierra y los recursos naturales en forma de monocultivo, y del lado de la agricultura campesina, la diversificación de la producción, y sobre todo, la producción de comida para el pueblo” explicó. “Los más graves es que en el agronegocio aparece un actor político nuevo, que son las transnacionales” dijo y recordó que si bien este fenómeno se inició en la década del 60, se intensificó en los 90 y ahora con el gobierno de Lula ha cobrado más intensidad.

En esta confrontación de dos modelos de producción, explicó Vicente, el MST está por el proyecto de agricultura que permite a los campesinos permanecer en el campo.

Retroceso con Lula

Lourdes Vicente recordó que el gobierno del Partido de los Trabajadores encabezado por Lula Da Silva, tuvo desde sus inicios como una de sus principales banderas, la reforma agraria. “No obstante su postura política, y la del Partido de los Trabajadores (PT), se ha venido modificando y hoy, la evaluación que nuestros movimientos de campesinos hacen, es que hay una paralización total de la reforma agraria. En estos 6 años de gobierno de Lula los campesinos comprobaron que no hubo un avance de la reforma agraria, pese a ser un gobierno considerado de izquierda y que la tenía como una de sus prioridades, sino que sucedió todo lo contrario”.

“Desde el inicio del gobierno de Lula ha habido un aumento de la concentración de tierra, sobre todo en poder de las empresas transnacionales. Cada año hay más concentración de tierra con la llegada de nuevas empresas. La segunda consecuencia del gobierno de Lula fue la liberación de los productos transgénicos, que era una lucha antigua de los campesinos para impedirlos”.

“En los últimos 5 años hemos emprendido una fuerte lucha para no permitir el ingreso al país de productos transgénicos, y el gobierno de Lula los ha autorizado, el primero fue la soja, y más recientemente, lo más grave, la liberación de una semilla de maíz transgénica de la transnacional Monsanto, y está prepando todo para liberar el ingreso de árboles transgénicos. Así los transgénicos comienzan a entrar en la alimentación, y esa es nuestra denuncia, de que no existen estudios sobre la reacción del organismo a su consumo”.

Flexibilización de leyes ambientales

Otra de las denuncias del MST sobre la situación en el campo brasileño, es la flexibilización de leyes ambientales acordadas por gobiernos estaduales o municipales. “Para aumentar la producción de caña de azúcar para etanol, y promover la plantación de eucaliptos, muchos gobiernos estaduales y municipales han flexibilizados las leyes ambientales para que las empresas transnacionales se puedan instalar”, denunció Vicente.

En ese sentido señaló que un ejemplo muy concreto fue una empresa de 50% de capital noruego y 50% de la empresa sueco finlandesa Stora Enso, que plantó eucalipto en el municipio de Napoli, al sur de Bahía, 96 mil hectáreas en un área de reserva ambiental. El ministerio público de Napoli condenó a la empresa a pagar 20 millones de reales, por el desmonto de la mata atlántica, y obligada a replantear la forestación que destruyó para producir eucalipto. “Estas situaciones se dan mucho con los gobiernos locales que flexibilizan las leyes para atraer inversiones” denunció.
Esto a su vez tiene otra consecuencia negativa, la intervención de las transnacionales en la política local a través de la financiación de las campañas electorales. La dirigente del MST dijo que las empresas están financiando las campañas para vareadores, alcaldes, y hasta gobernadores, para que defiendan sus intereses.

El enorme poder de las transnacionales ha influido para que algunos gobiernos estaduales legislen a su favor para impedir la resistencia en el campo. Según Lourdes Vicente, “estas empresas han sido beneficiadas por el gobierno en la utilización del poder judicial para criminalizar las luchas de resistencia, de los sin tierras y de los indígenas afectados por esas empresas”. “La policía, el Estado brasileño, han favorecido a las empresas para criminalizar cualquier tipo de reacción a la entrada de esas empresas en las comunidades.

Por ejemplo, en Rio Grande do Sul, la empresa Stora Enso, consiguió en la justicia una orden permanente de desalojo de quienes intenten ocupar sus tierras. Si las tierras de Stora Enso fueran ocupadas por cualquier trabajador, la policía puede obligar al desalojo inmediato sin ninguna orden judicial porque ya tiene garantía del ministerio público del Estado de Rio Grande do Sul”, dijo.

Etanol y trabajo esclavo

“El gobierno de Lula no ha hecho nada para cambiar esa situación, por el contrario, sólo se muestra dispuesto a favorecer a las empresas” añadió. En ese sentido destacó que “la única bandera del gobierno de Lula es que tenemos que producir más caña de azúcar para etanol para el mercado mundial”. Esta promoción de la producción de etanol ha sido evaluada negativamente por el MST, ya que además del monocultivo, está promoviendo el trabajo esclavo y semi esclavo.

“La producción de la caña, casi toda manual, está muy ligada al trabajo esclavo”, explicó Vicente. “Tenemos denuncias de varias muertes de trabajadores en la caña por el esfuerzo físico debido al aumento de la producción. En los últimos años un trabajador tenía que cortar 8 toneladas de caña de azúcar por día, ahora con el aumento de la producción, debe cortar 12 toneladas”.

Vicente llamó la atención sobre el crecimiento del monocultivo. “En el Estado de Sao Pablo por ejemplo, en algunos municipios, ya tienen 3 millones de hectáreas de tierra sólo con producción de caña, y la meta del gobierno federal es aumentar hasta 6 millones de hectáreas plantadas de caña”. “Hemos recibido denuncias de municipios que ya no producen más alimentos, no tienen más tierras para producir otra cosa que no sea caña”.

Esta dedicación a un sólo producto, junto a factores externos, explicó, ha impactado en los precios de los alimentos. “La dedicación al monocultivo no ha dejado tierras para producir comida, lo que ha provocado un gran impacto social”.

El MST también ha evaluado negativamente el Programa de Aceleración de Crecimiento presentado por el gobierno de Lula y que implica grandes inversiones estatales en la construcción de hidroelétricas, puertos, carreteras e infraestructura para promover la exportación.

Este proyecto, denunció, “nos está preocupando porque los daños ambientales en el Amazonas. Con este programa las empresas transnacionales están entrando en la Amazonas para construir infraestructura para el mercado externo, puertos, aeropuertos, carreteras, hidroeléctricas” y ello, añadió, está afectando la soberanía alimentaria y la soberanía energética.

En ese sentido destacó la lucha contra el trasvase del río San Francisco en el nordeste del país. “El gobierno quiere transportar agua de esa zona donde llueve poco, a otra región para favorecer la producción de frutas para la exportación. Esto provocaría un impacto ambiental enorme”.

También informó sobre la lucha de resistencia contra la construcción de la mayor hidroeléctrica del Brasil en el río Madera, en una región del Amazonas, destinada a proporcionar energía a las empresas transnacionales. “Muchos ambientalistas, y pueblos indígenas están denunciando este proyecto que los afectará enormemente y que sólo beneficia a empresas trnsnacionales y bancos que están muy comprometidos en esa construcción” dijo Lourdes Vicente.

Luchar contra el capitalismo

La dirigente del MST fue también muy clara a la hora de definir los objetivos de su organización al cumplir 25 años de lucha por la reforma agraria. “Nosotros estamos planteando que no habrá reforma agraria en Brasil si no luchamos contra el capitalismo y las empresas transnacionales y contra el agronegocio en la agricultura. Ahora estamos enfrascados en la lucha contra esas empresas para poder avanzar en el proceso de reforma agraria, porque la tierra está cada vez más concentrada en pocas manos”, subrayó.

Para ello, el MST está promoviendo una alianza con varios sectores de la sociedad a través de la información y discusión sobre los dos proyectos de desarrollo agropecuario que existen en el país. “Tenemos la seguridad de que podemos avanzar si la sociedad asume como bandera de lucha, la soberanía alimentaria y energética. De allí que estamos construyendo alianzas con diferentes movimientos sociales del campo, en lo que denominamos la Vía Campesina de Brasil, y los movimientos sociales de las ciudades para discutir los impactos en las ciudades de la presencia de las empresas transnacionales en la agricultura”.

“Estamos desarrollando campañas para educar al pueblo brasileño, por ejemplo, sobre el alto precio de la energía eléctrica. La población paga cinco veces más caro la energía eléctrica que una empresa transnacional”.

Lourdes Vicente insistió en que “nuestra principal bandera de lucha continúa siendo la reforma agraria” aunque adivrtió que no se trata sólo de la distribución de tierra, “sino también en conformar condiciones para que los campesinos puedan permanecer en la tierra. No podemos pensar en el campo con atrasos históricos, sin condiciones mínimas para vivir”. En ese sentido destacó la importancia de los asentamientos como forma de desarrollo de un modelo productivo alternativo, y de educación de la población.

Recordó que con las ocupaciones de tierras y en los asentamientos, “los campesinos obtienen tierra para trabajar, producir alimentos de calidad, pueden educarse ellos y sus familias, reciben formación política y pueden elevar el nivel de consciencia, y además establecer un proceso organizativo y salir de la lógica de que otras personas hablan por ellos”. Enfatizó que a partir de los asentamientos se desarrollan nuevas formas democráticas de participación política.

“El asentamiento es el lugar de resistencia, donde se produce, se estudia, donde se convive colectivamente, mostrando que es posible un mundo diferente y con trabajadores viviendo en condiciones dignas en el campo”.

Finalmente planteó como otro objetivo el desarrollo de cooperativas, mercados locales entre campesinos para colocar sus productos, y con el objetivo de cambiar la matriz productiva, con la producción en pequeña escala, de forma diversificada, abarcando un mayor número de personas, y produciendo alimentos de calidad para dar de comer al pueblo.

*Barómetro Internaconal

Fuente: El Mercurio Digital

jueves, 20 de noviembre de 2008

ONG hacen un llamamiento para que el FSC cese de certificar plantaciones de monocultivos de árboles

ONG hacen un llamamiento para que el FSC cese de certificar plantaciones de monocultivos de árboles
fuente : World Rainforest Movement | 4 Noviembre 2008
Temas: Forestal, Noticias



La Asamblea General del Concejo de Manejo Forestal (FSC) se está reuniendo en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, del 3 al 7 de noviembre. Coincidiendo con la apertura del evento, se está distribuyendo a los miembros del FSC una carta abierta en la que se les insta “a resolver con la mayor urgencia el grave problema de la certificación de monocultivos de árboles”.

Wally Menne, de la sudafricana Coalición Timberwatch explica que “el FSC fue creado para la certificación de bosques. Las plantaciones nada tienen en común con los bosques y por lo tanto nunca deberían haber sido incluidas en el mandato del FSC. Es hora de que el FSC deje de certificarlas”.

Otro activista de Sudáfrica –Philip Owen de la organización Geasphere- agrega que “las plantaciones de árboles han resultado en el agotamiento de los recursos hídricos, volviéndolas propensas a incendios devastadores tales como los recientemente ocurridos en Sudáfrica y Swazilandia, que resultaron en varias personas muertas y muchas que quedaron sin hogar”. Enfatiza que “¡esas mismas plantaciones estaban certificadas por el FSC!”

“Al certificar a estas plantaciones, el FSC está fortaleciendo a grandes empresas madereras –que son miembros del FSC- y debilitando a las poblaciones locales que luchan para defender su tierra y recursos”, dice Marcelo Calazans de la ONG brasilera FASE, quien agrega que “con la certificación de tales plantaciones, el sello FSC ha perdido totalmente su credibilidad”.

Nhlanhla Msweli de GeaSphere Swazilandia comentó: “En nuestra experiencia, las plantaciones no han beneficiado a las comunidades locales y, por el contrario, han resultado en dolor y dependencia”. Resumió la situación expresando que “las plantaciones de árboles resultan en pobreza a nivel local; expulsar a la gente de su tierra es criminal, pagarles salarios miserables es explotación, no ser ambientalmente responsables está mal y no asumir la responsabilidad por los daños causados sobre el ambiente es mostrar una irresponsabilidad total”.

Nathalia Bonilla, de Acción Ecológica en Ecuador manifiesta su “frustración porque, a pesar de toda la evidencia documentada sobre sus impactos sociales y ambientales, las plantaciones de FACE-PROFAFOR y las de Endesa/Botrosa aún están certificadas por el FSC”. Agrega que “la empresa certificadora GFA está ahora en Ecuador haciendo la evaluación de estas plantaciones y tememos que la opinión de las poblaciones locales no sea tomada en cuenta y que Endesa Botrosa conserve su ‘sello verde’ para continuar con impunidad con su destructivo modo de actuar”.

“Durante muchos años hemos estado documentando los impactos de los monocultivos de árboles y publicando estudios detallados sobre una amplia gama de países (Brasil, Camboya, Chile, Ecuador, Indonesia, Uganda, Uruguay, Sudáfrica, Swazilandia, Tailandia y otros). En vez de tratar de aprender de los mismos, el FSC eligió ignorar la evidencia producida y ha continuado certificando plantaciones incertificables”,explica Ricardo Carrere del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales.

La carta abierta, firmada más de 3600 organizaciones y personas de todo el mundo, exhorta “a los miembros del FSC que comparten nuestro deseo de proteger a las poblaciones locales y la Naturaleza contra los daños causados por la expansión de las plantaciones de árboles, a levantar su voz en la próxima asamblea general para contribuir así al logro del cambio necesario”.

La urgencia de tal cambio es expresada en la carta diciendo:“Ha llegado el momento de que los miembros del FSC y, en particular, los de las cámaras ambiental y social, decidan qué partido van a tomar: permitir que todo siga como hasta ahora o luchar por un cambio; proteger los intereses de las grandes corporaciones papeleras y forestales o los derechos de las comunidades locales y la Naturaleza; seguir aceptando que las plantaciones son “un tipo de bosque” o reconocer que plantaciones y bosques no tienen nada en común; dar apariencia ecológica a un uso de la tierra sumamente perjudicial, u oponerse a la destrucción ambiental y social.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Sembrando hambre para alimentar motores

Sembrando hambre para alimentar motores

Por Taiana González (*) | Desde la Redacción de APM

El continente es el mayor productor alimenticio del mundo, sin embargo millones de personas pasan hambre porque la tierra para sembrar alimentos se destina a producir cultivos que generan combustibles.


El mundo del siglo XXI parece estar enmarcado en diversas y futuras crisis. La alimentaria es una de ellas, y por estos días resuenan mediáticamente las alertas y posibles soluciones ante esta adversidad.
Para poner fin a una catástrofe que supone futuras hambrunas, el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, se reunió este 26 de abril con delegados centroamericanos y de los países de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), la cual conforman Bolivia, Venezuela, Cuba, Nicaragua y República Dominicana, para buscar formar una alianza de producción y abastecimiento de alimentos a precios justos.

El encuentro de ministros es preparatorio de la cumbre de presidentes de la región y de los países del ALBA, prevista para el 7 de mayo en Managua, convocada por Ortega, la que contará con la presencia del mandatario venezolano Hugo Chávez.

Siguiendo su postura de luchar contra la pobreza y la exclusión social, la iniciativa diseñará una estrategia de largo plazo, pero con acciones a corto plazo, para hacerle frente a la crisis alimentaría que afecta a los países más pobres. Este proyecto se suma a los 156 planes ya existentes para luchar contra el hambre en América Latina y el Caribe.

En la actualidad, América Latina esta viviendo una situación que es denominador común entre la mayoría de los países, y que sin las medidas y las políticas necesarias, que deben llegar por parte del Estado, llevaran al continente a vivir una crisis alimentaría, según advertencias de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FOA).

Gran responsabilidad tienen los gobiernos en este conflicto que perjudica sobre todo a los más pobres, y que está íntimamente relacionado con el boom de los llamados agrocombustibles. De acuerdo a lo que explicó el portavoz de la Conferencia para la Soberanía Alimentaría, Mario Ahumada “la producción de alimentos para crear energía está generando esta crisis de los alimentos y el alza de precios”.

Esto implica que cada vez, menos gente tenga acceso a los alimentos básicos, deteriorándose el nivel de consumo y de nutrición. Pero no sólo el incremento de los costos, en un 45 por cierto, es el problema, sino que también se está poniendo en juego y arruinando la ecología.

Los agrocombustibles son “combustibles renovables” –a diferencia de los derivados del petróleo - que pueden sustituir total o parcialmente a las naftas o el gasoil. Los más utilizados son el bioetanol, que se obtiene a partir de maíz, caña de azúcar, remolacha o de algunos cereales como trigo o cebada; y el biodiésel, para lo cual se suele utilizar entre otros, la soja.

El uso de estos combustibles de origen biológico trae impactos ambientales, tales como la destrucción de espacios naturales, que son talados para el cultivo directo. Si se invetera sustituir solo el 5 por ciento del consumo de petróleo y gas, se necesitaría sacrificar el 20 por ciento de la superficie agrícola total de cultivos y pastos. Pero también, se necesitaría aumentar el consumo de agua, lo que supone disminuir los volúmenes de las reservas y los caudales de los cauces de agua dulce.

El cultivo de soja ya ha causado la deforestación de 14 millones de hectáreas en Argentina y 21 millones de hectáreas de bosques en Brasil. Por estos días la soja -junto a la caña de azúcar- ocupa un territorio mayor que cualquier otro cultivo en Brasil, con un 21 por ciento del total del área cultivada, teniendo en cuenta que el territorio total utilizado se ha multiplicado 57 veces desde 1961.

Es debido a la falta de políticas concretas y correctas, que en diferentes países latinoamericanos se están llevando a cabo protestas y movilizaciones, que alzan la voz en busca de justicia social, exigiendo a sus respectivos gobiernos que le quiten apoyo a las empresas que producen agrocombustibles y que consecuentemente destruyen la salud ambiental y dan paso al hambre.

Estos movimientos vinculados al campo, piden por una protección de los recursos, para producir alimentos destinados al consumo local. Son estos grupos los que representan una fuerte oposición a los grandes sectores agropecuarios que ven la tierra sólo como un recurso de utilización mercantil, y que la trabajan con el sólo objeto de enriquecerse, sin importar los daños ambientales que provocan por el uso de fertilizantes que llenan el suelo de ácido, quitándole nutrientes a la tierra y favoreciendo a la desertización.

En Argentina el cultivo intensivo de soja ha llevado a un masivo agotamiento de los nutrientes del suelo. Se ha estimado que la producción continuada de soja ha provocado la pérdida de un millón de toneladas métricas de nitrógeno y 227.000 toneladas métricas de fósforo a nivel nacional. El monocultivo de soja en la Cuenca del Amazonas ha tornado infértil parte de los suelos.

El relator de la ONU para el derecho de la alimentación, Jean Ziegler acusa que desviar alimentos para generar combustibles, en momentos de crisis mundial como la que se está viviendo, es un “crimen contra la humanidad”. Esta acusación se debe a que el comercio internacional de agrocombustibles provoca un impacto negativo en la soberanía alimentaría.

La canasta básica de alimentos, que incluye carne, harina y leche, según FOA, subió un 57 por ciento entre marzo de 2007 y marzo de 2008. Estos aumentos significan menos alimentos, pobreza y por ende más hambre y desnutrición en los sectores vulnerables.

América Latina produce el 40 por ciento de los agrocombustibles del mundo, lo que implica poner en riesgo gran parte de la tierra cultivable; saquear las riquezas naturales para convertir comida en combustibles, que además se utilizan para mantener el estilo de vida de las clases medias y altas de los países desarrollados.

En ese contexto, el presidente de Bolivia, Evo Morales, al igual que su par de peruano Alan García, creen que la producción de agrocombustibles es una amenaza y un suicidio para la humanidad, ya que puede provocar en los próximos años que el hambre domine al mundo.

Haití, es el país más pobre de Latinoamérica y el Caribe, la esperanza de vida no alcanza los 52 años; casi las tres cuartas partes de la población vive en la pobreza y la mitad de los niños padecen desnutrición; dos tercios de los haitianos no tienen acceso a energía eléctrica y la mitad tampoco a agua potable.

En ese país, el 80 por ciento de la población vive con 2 pesos diarios. Teniendo en cuenta esta situación, es lógico pensar y entender las protestas sociales que se estuvieron llevando a cabo, al igual que en otros países de la región, contra el alza del precio de los alimentos. Haití es un claro ejemplo de las consecuencias que puede traer un modelo de desarrollo insostenible ecológicamente y además incompatible con las necesidades de la población.

Sin embargo, para el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, de acuerdo al discurso que dio en el Foro de la FOA “los agrocombustibles no son el villano que amenaza la seguridad alimentaría”, y en su defensa agregó que “desarrollados de acuerdo con la realidad de cada país, pueden sacar a los países de la dependencia energética sin afectar su alimentación”.

Es necesario resaltar que Brasil tiene alrededor de 347 plantas productoras, en su mayoría de etanol, convirtiéndose hasta el momento, en uno de los principales productores mundiales de etanol a base de caña de azúcar. Es por ello que este país defiende la economía basada en la producción a gran escala de combustibles biológicos.

Estados Unidos, es el otro gran productor de etanol. Durante la presidencia de George W. Bush se planteó la meta de alcanzar los 132 millones de litros de “combustibles alternativos”, para lo cual se necesitan nada más y nada menos que 320 millones de toneladas de maíz. Es inevitable pensar que a partir de esta cifra, cuántas personas podrían comer con tanto maíz. Pero el capitalismo es cada vez más feroz, por lo que la tierra se ha convertido en una mercancía a explotar al máximo, sin importar que esto supone un incremento de precios, que pone en aprietos a las economías de los países más débiles.

La UNESCO plantea que América Latina necesita evolucionar hacia un sistema agrario innovador que incorpore a pequeños productores, indígenas y ecoagricultores, que representan entre el 57 y el 77 por ciento del empleo agrícola en el continente. También recomienda llevar a cabo una revisión de las políticas de acceso y de propiedad de la tierra, ya que es “la región que tiene una estructura de la tierra con mayor desigualdad del mundo".

A este pedido se suman los diferentes movimientos del continente que piden reconocimiento sobre las propiedades que trabajan. Estos grupos defienden la soberanía alimentaría, el derecho de los pueblos a definir su política agraria y alimentaría. Por lo cual rechazan las políticas en favor de los agrocombustibles, ya que la superficie que se utiliza para esta producción, podría ser destinada para cultivos de alimentos de primera necesidad.

Entre las muchas organizaciones que priorizan la producción agrícola local para alimentar a la población y que están a favor de una producción diversificada, Vía Campesina en Brasil está formada por mujeres que defienden la reforma agraria y un modelo de agricultura basado en la agroecología, la producción para el fortalecimiento del mercado interno y la agricultura familiar y campesina.

Al igual que los brasileños, en Argentina el Grupo de Reflexión Rural (GRR) considera que los agrocombustibles son los responsables de la apropiación de territorios y recursos por parte de las grandes corporaciones internacionales, que al mismo tiempo se enriquecen gracias a las leyes del mercado que se imponen por sobre el derecho a la alimentación de las personas.

En este conflicto que pone en escena a los alimentos, son varios los factores que aparecen como responsables, además de los agrocombustibles. Uno de ellos tiene que ver con el aumento del precio del petróleo, que como consecuencia encarece la cadena productiva: aumenta el precio de los combustibles utilizados por las maquinas agrícolas y los transportes, así como también el precio de los fertilizantes, afectando directamente la economía de los productores.

El problema climático es otro factor, no menos importante, ya que las sequías, inundaciones y demás complicaciones meteorológicas repercuten sobre los cultivos y consecuentemente sobre la seguridad alimentaría.

América Latina, es una región que produce el 40 por ciento más de los alimentos necesarios para abastecer a su población, sin embargo, el número de subnutridos asciende a 50 millones, de acuerdo a lo explicado por el representante de la FAO para América Latina y el Caribe, el brasileño José Graciano.

Lo cierto es que ante la posibilidad de que 15 millones más de latinoamericanos caigan en la indigencia, los países deben replantearse la producción de agrocombustibles hechos con productos agrícolas que sirven para la alimentación.

No basta con que organismos internacionales alerten sobre una posible hambruna en un futuro no muy lejano. Es necesario que los Gobiernos de la región implementen medidas que frenen el aumento escandaloso de la producción de agrocombustibles, para evitar la miseria de los pueblos.

Al mismo tiempo los Estados deben retomar su papel en el campo –que se redujo notablemente en los años 90- y redoblar el apoyo a la agricultura familiar, planteando un marco legal que garantice el derecho a la alimentación, a partir de políticas públicas adecuadas, que prioricen la seguridad alimentaría de la región.

(*) La autora de esta nota es alumna del Seminario “Periodismo en Escenarios Políticos Latinoamericanos” que actualmente dicta la Agencia Periodística del Mercosur (APM) en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.

Agricultura Campesina y Soberanía Alimentaria Frente a la Crisis Global

Agricultura Campesina y Soberanía Alimentaria Frente a la Crisis Global


El mundo entero está en crisis, una crisis de dimensiones múltiples, una crisis de alimentos, de energía, del clima y de las finanzas. Las soluciones que nos ofrecen desde el poder – mas libre comercio, semillas transgénicas, etc. - ignoran que la crisis es producto del sistema capitalista y del neoliberalismo, y solo profundizarán sus impactos. Para encontrar soluciones reales, mas bien hay que mirar hacía la soberanía alimentaria que propone la Vía Campesina.

Carta de Maputo - V Conferencia Internacional de la Vía Campesina

Maputo, Mozambique, 19-22 de Octubre, 2008

Como llegamos a la crisis?

En las últimas décadas hemos visto el avance del capital financiero y de las empresas transnacionales, sobre todos los aspectos de la agricultura y del sistema alimentario de los países y del mundo. Desde la privatización de las semillas y la venta de agrotóxicos, hasta la compra de la cosecha, el procesamiento de los alimentos, y su transporte, distribución y venta al consumidor, todo está ya en manos de un número reducido de empresas. Los alimentos han pasado de ser un derecho de todos y todas, a ser una mercancía más. Se están homogenizando nuestras dietas en todo el mundo, con alimentos que son malos para la salud, tienen precios fuera del alcance de la gente, y estamos perdiendo las tradiciones culinarias de nuestros pueblos.

A la vez estamos viendo una ofensiva del capital sobre los recursos naturales, como no se había visto desde tiempos coloniales. La crisis de la tasa de ganancia del capital los lanza a una guerra privatizadora de despojo contra nosotros y nosotras, campesinos e indígenas, un robo privatizador de la tierra, el territorio, los bosques, la biodiversidad, al agua y la minería. Los pueblos rurales y el medio ambiente están siendo agredidos. La siembra de agrocombustibles en grandes monocultivos industriales es parte de este despojo, justificado falsamente con argumentos sobre las crisis energéticos y climáticos. La realidad detrás de estas últimas facetas de la crisis tiene mucho mas que ver con la matriz actual de transporte a larga distancia de bienes, e individualizado en automóviles, que con otra cosa.

Ahora el surgimiento de la crisis de alimentos y la crisis financiera hace que todo se agudiza. La misma crisis financiera y las crisis de alimentos están vinculados por la especulación que hace el capital financiero con los alimentos y la tierra, en detrimento de la gente. Ahora el capital financiero se vuelve mas desesperado, asaltando los erarios públicos para sus rescates, los cuales van a obligar a todavía mayores recortes presupuestarios en los países, y mayor pobreza y sufrimiento. El hambre en el mundo sigue su ritmo de crecimiento. La explotación y todas las forma de violencia, en especial contra las mujeres, aumentan. Con la contracción económica en los países ricos, crece la xenofobia en contra de los trabajadores y trabajadoras migrantes, con creciente racismo y represión, y el modelo dominante ofrece cada vez menos oportunidades para la juventud en el campo.

En síntesis, todo va de mal en peor. Sin embargo, como toda crisis, genera oportunidades. Oportunidades para el capitalismo, que usa la crisis para reinventarse y encontrar nuevas fuentes de ganancias, pero también oportunidades para los movimientos sociales. Entre los últimos se ubican el hecho que las tesis del neoliberalismo están quedando sin legitimidad con los pueblos, y el hecho de que las instituciones financieras internacionales (Banco Mundial, FMI, OMC) están mostrando su incapacidad de administrar la crisis (además de estar entre las causas de la misma crisis), creando la oportunidad para eliminarlos y construir otras instituciones de regulación de la economía global que sirven otros intereses. Está quedando claro que las corporaciones transnacionales son los verdaderos enemigos que están detrás de aquellos. Está quedando claro que los gobiernos neoliberales no sirven los intereses de sus pueblos. También está quedando claro que el régimen mundial de alimentos controlados por las empresas transnacionales, no es capaz de alimentar a la gran masa de personas en esta planeta, mientras que la soberanía alimentara basada en la agricultura campesina local es mas necesario que nunca.

Que defendemos en la Vía Campesina frente esta realidad?

- La soberanía alimentaria: echando al capital especulativo fuera de los alimentos, y re-nacionalizando la producción y las reservas de alimentos, se ofrecería la única salida de la crisis alimentaria. Solo la agricultura campesina alimenta a los pueblos, mientras que el agronegocio produce productos de exportación y agrocombustibles para alimentar a los automóviles en lugar de los seres humanos. La soberanía alimentaria basada en la agricultura campesina ofrece la solución a las crisis.

- Frente a las crisis energéticas y climáticas: la diseminación de un sistema alimentario local, que no se basa ni en la agricultura industrial ni en el transporte a larga distancia, eliminaría hasta un 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La agricultura industrial calienta al planeta, y la agricultura campesina enfría al planeta. Un cambio en el patrón de transporte humano hacía el transporte colectivo, y otros en los patrones de consumo, son los pasos adicionales necesarios para hacernos frente a las crisis energéticas y climáticas.

- La reforma agraria genuina e integral, y la defensa del territorio indígena: son esenciales para revertir el despojo en el campo, y para poner la tierra a producir alimentos en lugar de exportaciones y combustibles.

- La agricultura campesina sostenible: solo la producción campesina agroecológica puede desvincular el precio de los alimentos del precio de petróleo, recuperar los suelos degradadados por la agricultura industrial, y producir alimentos sanos y cercanos para nuestros pueblos.

- El avance de las mujeres es el avance para todos: El fin de todos los tipos de violencia hacía la mujer, incluyendo la física, la social y otras. El alcance de la verdadera paridad de género en todos los espacios internos e instancias de debates y toma de decisiones son compromisos imprescindibles para avanzar en este momento como movimientos de transformación de la sociedad.

- El derecho a la semilla y al agua: La semilla y el agua son las fuentes de la vida, y son patrimonios de los pueblos. No podemos permitir su privatización, ni la siembre de semillas transgénicas o de tecnología terminator.

- No a la criminalización de la protesta social, si a la Declaración de Derechos Campesinos en la ONU, propuesta por la Vía Campesina. Será una herramienta clave en el sistema legal internacional para fortalecer nuestra posición y nuestros derechos como campesinos y campesinas.

- La juventud en el campo: Urge abrir cada vez mas espacios en nuestro movimiento para la incorporación de la fuerza y creatividad de la juventud campesina, con su lucha por construir su futuro en el campo.

- Finalmente, nosotros y nosotras producimos y defendemos los alimentos de todos y todas.

Todos y todas los participantes en la V Conferencia de la Vía Campesina nos comprometemos a la defensa de la agricultura campesina, a la soberanía alimentaría, a la dignidad y a la vida. Nosotros y nosotras ofrecemos soluciones reales a la crisis global que enfrenta el mundo de hoy. Tenemos el derecho de seguir siendo campesinos y campesinas, y tenemos la responsabilidad de alimentar a nuestros pueblos.

Aquí estamos los campesinos y campesinas del mundo, y nos negamos desaparecer.

Soberanía alimentaria YA! Con la lucha y la unidad de los pueblos!

¡Globalicemos la lucha! ¡Globalicemos la esperanza!

Por qué el FSC no debería certificar plantaciones

Por qué el FSC no debería certificar plantaciones


El Consejo de Manejo Forestal (FSC por su sigla en inglés) realizará su asamblea general del 3 al 7 de noviembre en Cuidad del Cabo, Sudáfrica. Dado que el FSC continúa certificando plantaciones de árboles a gran escala -a pesar de la gran cantidad de evidencias que muestran sus impactos sociales y ambientales- un grupo de organizaciones solicitarán al FSC que no continue certificando monocultivos a gran escala.

Carta abierta a los miembros del FSC

Los abajo firmantes desean instar a los miembros del Forest Stewardship Council (FSC) a resolver con la mayor urgencia el grave problema de la certificación de monocultivos de árboles durante la asamblea general de este organismo que tendrá lugar en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

Dado que uno de los puntos a discutir será la Revisión de los Principios y Criterios del FSC, la asamblea tendrá la oportunidad de modificar dichos principios de modo que queden excluidas de la certificación las plantaciones de árboles en régimen de monocultivo.

Los miembros del FSC, y particularmente los de las cámaras ambiental y social, deben tomar conciencia de que la certificación de estas plantaciones no sólo erosiona la credibilidad del FSC sino que, más importante aún, socavan los derechos y la lucha de las poblaciones locales que se oponen a ellas.

Estas poblaciones se esfuerzan por proteger las mismas cosas que las organizaciones ambientalistas y sociales acordaron que debían ser protegidas cuando adhirieron al FSC: los derechos y medios de vida de las comunidades indígenas, tradicionales y campesinas, los bosques, praderas y humedales, el agua, el suelo y la biodiversidad.

Todas las plantaciones de árboles a gran escala tienen un fuerte impacto sobre casi todo, cuando no sobre todo lo anteriormente mencionado. Existe ahora más que suficiente evidencia documentada de dichos impactos en numerosos países, que van de Sudáfrica y Swazilandia a Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Uruguay, España, Irlanda y otros.

La conclusión evidente es que las plantaciones industriales de árboles no pueden ser certificadas.

A pesar de ello, una y otra vez los certificadores acreditados por el FSC les han otorgado el sello de dicha institución, sin que importara en absoluto que las comunidades locales se opusieran a ellas ni que ese sello fortaleciera aún más a poderosas corporaciones cuyas actividades destruyen la Naturaleza y los medios de vida de los pueblos.

Cuatro años después de haberse iniciado la revisión de la certificación de plantaciones por parte del FSC, nada ha cambiado. A pesar de la abundante documentación que demuestra los efectos sociales y ambientales negativos de las plantaciones, ya han sido certificadas al menos 8,5 millones de hectáreas, sin contar las muchas plantaciones, de una superficie no especificada, que se esconden en los 37,7 millones de hectáreas de la categoría “plantaciones semi-naturales y mixtas y bosques naturales”.

Ha llegado el momento de que los miembros del FSC y, en particular, los de las cámaras ambiental y social, decidan qué partido van a tomar: permitir que todo siga como hasta ahora o luchar por un cambio; proteger los intereses de las grandes corporaciones papeleras y forestales o los derechos de las comunidades locales y la Naturaleza; seguir aceptando que las plantaciones son “un tipo de bosque” o reconocer que plantaciones y bosques no tienen nada en común; dar apariencia ecológica a un uso de la tierra sumamente perjudicial, u oponerse a la destrucción ambiental y social.

Exhortamos entonces a los miembros del FSC que comparten nuestro deseo de proteger a las poblaciones locales y la Naturaleza contra los daños causados por la expansión de las plantaciones de árboles, a levantar su voz en la próxima asamblea general para contribuir así al logro del cambio necesario.

Firmar carta

Fuente: WRM

Muerte masiva de abejas y disminución de miel

Uruguay: muerte masiva de abejas y disminución de miel


A causa de los monocultivos, el uso de herbicidas tóxicos y otros manejos "antinaturales" en la agricultura, se viene produciendo una muerte masiva de abejas y la consiguiente disminución en la producción de miel, que en Uruguay bajó un 60%

Se estima que la producción de miel en nuestro país durante la zafra 2007/2008 alcanzará apenas el 40% de los niveles tradicionales, mientras que en Argentina (considerada el "surtidor mundial" de miel) sufrió en los últimos años una baja del 27%, según un artículo publicado en el Barómetro Internacional y en Alterinfos.

La baja en la producción de miel se debe, entre otras razones, a las sequías y a las grandes extensiones de monocultivo de soja, eucaliptos y pinos; dejando como consecuencia una subida en el precio de la miel.

Lo cierto es que la Apis Mellifera sobrevive y se adapta a las nuevas condiciones, pero cada vez se le hace más difícil; poniendo en riesgo la polinización y por ende la agricultura. "Cuanto más nos alejamos de los manejos naturales más rápido se rompe el delicado equilibrio que reina entre las especies en la naturaleza", señala el artículo.

"Los manejos antinaturales lograron el avance de las enfermedades, como el ácaro de la varroa (succionador de sangre), a otros virus mortales, desnutrición por falta de alimentos variados que se hicieron resistentes por el uso indiscriminado de los agrotóxicos y por una carencia de diversidad genética", agrega.

Está comprobado que algunos herbicidas usados en la siembra de monocultivos son extremadamente tóxicos para las abejas, como el imidacloprid, fipronil, endosulfán, cipermetrina, cuyo uso aumentó en los últimos años en Uruguay y Argentina.

El artículo enumera como otros problemas que enfrentan las abejas "la disminución de los ambientes naturales, la industria de la madera, las empresas de la pasta de papel, las grandes extensiones de los monocultivos", esto último porque "obliga a las abejas a consumir el polen de una sola especie, en la mayoría de los casos insuficiente en nutrientes".

"Las abejas liban el néctar de las flores y al hacerlo permiten que el polen pase de una flor a otra, lo que favorece la fertilización y hace, en última instancia, que la fruta crezca", explica la apicultora de Georgia Virginia Webb, mientras que el artículo augura que "si nada se hace las abejas podrían desaparecer en 10 años".

Albert Einstein afirmaba que "si desaparecieran las abejas, en cuatro años desaparecería la raza humana. Sin abejas, no hay polinización, ni plantas, ni seres humanos".

Montevideo, Internet, 21-10-08

CONVOCATORIA Y PROGRAMA 15 Y 16 DE DICIEMBRE 2007

ASAMBLEA TACUAREMBÓ - ASAMBLEA REGIONAL - DICIEMBRE 2007

EL 15 Y 16 DE DICIEMBRE EN TACUAREMBÓ URUGUAY OCURRIO ALGO HISTORICO, POR PRIMERA VEZ SE UNEN LOS PUEBLOS ARGENTINO, BRASILEÑO ,URUGUAYO Y MARCHAN POR "NUESTROS RIOS, NUESTRA TIERRA Y NUESTRO FUTURO".CONTRA EL MODELO FORESTAL CELULOSICO Y LAS PASTERAS. HACIA UNA NUEVA LIGA FEDERAL EN LA LUCHA POR LA DIGNIDAD DE LOS PUEBLOS DE LA “PATRIA GRANDE”. Asamblea Tacuarembó

"Los pueblos de la América del Sur están intimamente unidos por vínculos de naturaleza e intereses recíprocos"

José Gervasio Artigas

ASAMBLEA REGIONAL - ASAMBLEA TACUAREMBÓ

CIERRE ASAMBLEA REGIONAL - HOMENAJE A JOSE GERVASIO ARTIGAS - TACUAREMBÓ - Palabras GONZALO ABELLA